La frase es utilizada comúnmente para indicar una creación intelectual que le pertenece a su autor. La palabra propiedad nos remite a ser dueño de cosa material, de lo cual uno puede tomar posesión, excluyendo al resto de su uso y goce. Pero los bienes intelectuales cobran más valor cuanto más gente utiliza esa idea. Lo intelectual no se consume.
De esta apreciación se genera una dicotomía, sustentada en que la propiedad restringe el acceso colectivo perjudicando a lo intelectual que se enriquece de la intelectualización y materialización de los bienes.
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Véase también: Tesis "Repensando los bienes intelectuales comunes" por Ariel Vercelli
Grupo: 3º Life
Alumnos: Nicolás Geninatti
Ezequiel Giordanengo
Héctor Balzarini
sábado, 23 de mayo de 2009
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